Otro ciclo, otro siglo

Así lo siento, antes el Año Nuevo era jolgorio, y lo siguió siendo hasta el 2006, solo pasamos un tiempo, creo que fue el primer año sin tu tata, que no celebramos nada.
Y nuestra forma de ver esta fecha era hoy cenamos en un año calendario, mañana despertamos en otro!
Pero esa alegría de celebrar un invento del hombre, se fue contigo, ya nada es igual, ni siquiera por el placer de pasarlo bien.
Es mi novena caída de la última hoja del calendario, sin tu abrazo, sin tu sonrisa, sin tu voz, sin tus pasos en el hogar.
Y aunque estás conmigo daría mis ojos por tenerte un segundo y besar tu rostro, acariciar tu pelo, escucharte y sentirte en piel de mi piel, feliz me condenaría a la oscuridad si pudiese lograr ese anhelo.
Pero los hados del destino no lo permiten y sigo muriendo de pena, de dolor de ausencia por dentro, muero por dentro.
Sollozo cuando nadie me ve, grito muda mi pena!
¿Quien dice que el tiempo lo cura todo? Es una FALACIA!!! No cura nada, hace más profunda la llaga invisible para todos.
Ay mi niño sol, mi niño cielo, mi niño luna, mi lucero!
¡hasta cuando!
Te amo, te allollo y solo quiero estar contigo deambulado en el éter!
Tu madre por miles de eternidades! 
Te espero
 
 

Mi tristeza.

Mi tristeza es una enemiga oculta entre las hendiduras de las paredes de madera, a veces salta y se transforma en un dragón que me amenaza desde una veta.
Pensé que te había logrado engañar, o al menos soslayar este año.
Me sentía tan fuerte y orgullosa de mí misma!
Pero no...ahí estabas esperando la soledad y me abrazaste, en ese abrazo asfixiante que me quita el aliento sin piedad, que me hace arder el pecho, que abre las  compuertas de mis lágrimas, que me lanza una vez más al abismo que es cada año de este inhumano dolor!
Y todo se repite, y vuelvo a vivir esa etapa oscura del 24 de abril de 2007.
Y no enloquezco, ni muero.
Sigo en apariencia viva, por dentro muerta.
Los psiquiatras, psicólogos y afines le llamarían "duelo patológico" o no resuelto...¡fácil diagnosticar cuando no se vive, cuando no se conoce el sentimiento de explosión interna. No es siempre, es en estas fechas, solo en estas fechas, abril semana del  24...cómo me dueles!!

AY!!

Ay mi vida!

Cada año es más duro, cada año me siento más dolida, cada año es una tormenta de dolor día a día y en este mes de abril se torna un cataclismo.

Ay mi cielo!

Tengo un vacío en el centro de mi pecho desde el día que te fuiste.

La locura me invade, cuando cada agosto siento que estás en mi vientre, y cuando ya en febrero me parece sentir tu cuerpo en el mío.

Y lo peor es, que no estoy loca de verdad, vivo en un mundo de cordura condenada a ser cuerda.

Y lo único que me ayuda es mi trabajo, porque allí encuentro esa fuerza que da una razón para estar.

Ay mi tesoro!

Aquel día negro, aquél 24 de abril de 2007, cómo el personaje que tantas veces leímos juntos, El Principito, tú mi Siddhartha saliste al encuentro de la serpiente, para despojarte del cuerpo físico que habías ocupado, me di cuenta tarde que algo te hizo dejar en casa todo lo que siempre salía contigo.

¿Presentías algo? ¿Por qué no me lo dijiste? Habías estado tan callado en tu cumpleaños, habías estado más ausente que nunca sumido en tus pensamientos.

Ta vez así, de haberlo conversado, habría ido contigo y ese bicho, hijo de mala madre, nos habría sacado a los dos.

Maldita serpiente con apariencia de humano, ese asqueroso Gerardo Gabriel Gramusset Rojas! Si no hubiese tenido el buen gusto de partir al Averno yo con mis manos lo habría mandado allí! Se lo tenía juramentado!

Pero fuiste solo, y así partiste, con una sonrisa en tu rostro, seguro porque alguien te espero para cruzar ese umbral, y con casi certeza diría que fue tu tata, mi padre.

Y así empezó el doloroso camino de la soledad sin sentido.

Ay diosas del Inframundo!

Hermanas tejedoras de la rueca de la vida y el destino, queridas parcas espero Átropos corte la lana y el cáñamo con que se ha tejido mi destino y pueda partir hacia Aur!

Ay mi motor, mi esencia, mi todo.

Se arrastra el tiempo a pesar de lo rápido que corre, mis lágrimas han formado un lago subterra, solo resta esperar ese día maravilloso donde estés ahí para ayudarme a pasar el umbral.

Vamos querida parca ¡usa tu tijera!

Y...

Aquí estoy, cayó otra hoja del calendario, pasa el tiempo...¿tiempo? que es el tiempo sin ti!
He dejado mi pelo cano, abro los ojos cada día para más de lo mismo, para un espacio vacío, para un sentirme viva porque corre la sangre dentro y bombea el corazón y la mente activa me hace pensar, hilvanar ideas, y trabajar en lo que me da ánimo, lo que me queda como incentivo.
Hoy empezó otro año lunar, 13 lunas por delante...tú sabes amo la luna y la noche y las estrellas que me ayudan a estar y sentirme cerca de ti.
Y quisiera poder esperar tirada en el césped la hora dichosa de dejar el hábito del cuerpo, esta coraza que nos mantiene alejados y que es necesaria en este plano, más no en el tuyo.
A veces, solo a veces quisiera que ya se terminara todo, más sé que no funciona así.
¿Esta es la fortaleza que veías en mí para sobrevivirte?
Maldita sea la fortaleza, maldita la capacidad de parecer fuerte!
Pero tengo que estar y solo espero que el premio al esfuerzo sea pronto, estoy cansada mi niño bello.
Me cansa hasta respirar!
Perdona mi queja, es que ciertamente no puedo explicarle a los demás mi pena, no tengo el derecho a interferir en sus vidas con mi dolor.
Te espero, te llamo, te amo, te necesito