El tiempo es...

¡NADA! sí, es nada pues mi vida está vacía, se volvió de pronto un abismo, he intentado todo, escapé de la ciudad, escapo en el dormir, mis ojos hurgan el vacío que deja ese espacio donde ya no se sienten tus pasos, donde no repican tus risas, donde ya no existen tus silencios reflexivos mientras tu cuerpo parece estar sin estar.
Ya no hay charlas nocturnas, converso con tu retrato, nos conocíamos tanto que sin temor a la locura creo escuchar tus respuestas, tus críticas precisas, tus risas contenidas cuando te parecía que estaba hablando leseras!
Ya ni siquiera puedo beber uno de esos café con crema y wyskie que tanto disfrutamos en noches de frío invernal, tampoco está el mate que acompañaba nuestro compartir un pucho, que tampoco puedo fumar ahora...estoy imposibilitada de todo, estoy restringida no solo de tu compañía y calor, sino que mi cuerpo está hecho chatarra y tengo un letrero de "prohibido" a todo lo que era nuestro!
Me rebelo pero trato de no llamar a esa puerta que da paso a tu mundo, mientras más se golpea más se cierra y parece alejarse, así que en una especie de ritual imaginario me paro frente a ese portal manteniendo respetuosa distancia.
Mis años de oro fueron como tu madre!
Esos pesan más que estos grises en la historia de mi vida, pero duelen como agujas clavadas en cada espacio de mi piel!
Te amo, te amo, te aaamooooo

Te sigo extrañando

Quizás con más calma, como las aguas de un lago profundo que oculta sus turbulentas aguas subterráneas con sus corrientes inversas.
Me duele tu ausencia aunque no lo diga, lloran mis células rotas calladas, sangrantes, gritan por tu vida que es mi vida.
Pero a la vez te siento más cerca, sé que estás ahí, que hay una gran cortina gruesa que nos impide vernos y abrazarte, pero estás ahí!
¿Cómo es  esa dimensión mi cielo?
¿Estamos juntos allí?
Me encelo de ese posible yo madre que está contigo y sin embargo quiero estar para que todo siga su curso cuando me incorpore a esa realidad.
Te quiero a mi lado, y estás conmigo y yo contigo.
Mente abierta a esas realidades de las que alguna vez hablamos, de los que hoy me permiten recibir tus mensajes sutiles, eso me da la fuerza para estar o quizás simplemente el tener que estar es lo que me mantiene aparentemente fuerte.
Ay mi niño sol, mi niño luna, mi niño estrella!
Te amo y te amaré por siempre, pero ese siempre nos mantiene unidos en los espíritus que sobreviven a las materias, de eso ya no tengo duda!
Hasta más ver como decía y dice tu tata! 
Tu loca madre