Quizás con más calma, como las aguas de un lago profundo que oculta sus turbulentas aguas subterráneas con sus corrientes inversas.
Me duele tu ausencia aunque no lo diga, lloran mis células rotas calladas, sangrantes, gritan por tu vida que es mi vida.
Pero a la vez te siento más cerca, sé que estás ahí, que hay una gran cortina gruesa que nos impide vernos y abrazarte, pero estás ahí!
¿Cómo es esa dimensión mi cielo?
¿Estamos juntos allí?
Me encelo de ese posible yo madre que está contigo y sin embargo quiero estar para que todo siga su curso cuando me incorpore a esa realidad.
Te quiero a mi lado, y estás conmigo y yo contigo.
Mente abierta a esas realidades de las que alguna vez hablamos, de los que hoy me permiten recibir tus mensajes sutiles, eso me da la fuerza para estar o quizás simplemente el tener que estar es lo que me mantiene aparentemente fuerte.
Ay mi niño sol, mi niño luna, mi niño estrella!
Te amo y te amaré por siempre, pero ese siempre nos mantiene unidos en los espíritus que sobreviven a las materias, de eso ya no tengo duda!
Hasta más ver como decía y dice tu tata!
Tu loca madre
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