Hijo
mío:
Es
una realidad que el tiempo no sana nada, mi orfandad maternal duele cada día
como el primero!
Pasan
las estaciones, llegan los años y me haces falta!
Diez,
10, ----------, xxxxxxxxxx, como sea que los cuente son ya esa cantidad de años
y estoy sin espacio, sin motivo, sin anhelos.
Quiero
ya estar en el éter contigo.
2007
maldito chancho de fuego!
2017
negro gallo de fuego!
Tu
presencia sutil no me alcanza!
Mi
bien más preciado, mi razón de ser por la eternidad TÚ…¿y que hacen mis brazos
tendidos al vacío?
Tal
vez el universo me dé la autorización de poder cruzar el umbral y ahí, recién
ahí, volveré a existir!
Estalla
mi corazón de pena y sin embargo…no se detiene!
Te
amo, te llamo, te necesito hijo mío.
Y
reclamo al Infinito por esta malvada jugarreta, por este dolor que brota desde
lo interior y quema la piel!
Tu
madre por siempre.
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