Hijo
mío:
Otro
24 de abril!
Te
esperé 243 días
Te
disfruté y viví y soñé tus sueños y fui dichosa por 10.595 días
Y
de pronto hoy, me doy cuenta que tengo 3.653 días sin ti.
3.653
pasos en el sendero de mi propio averno.
3.653
arañazos marcando mi desangrado corazón
3.653
aullidos silenciosos
3.653
vacíos
Es
una realidad que el tiempo no sana nada, mi orfandad maternal duele cada día
como el primero!
Pasan
las estaciones, llegan los años y me haces falta!
El
año 16 se cumplieron 10 años de nuestras últimas fiestas juntos.
El
2017 marca en rojo en mi mente el día del horror 24/4/2007.
Recién
habías cumplido tus 29 años, y casi tres días después la serpiente a bordo de
un taxi, maldito idiota!, te quitó la vida de tu maravilloso ser!
Hoy
como siempre que me siento más fuerte tu ausencia leí un capítulo del
Principito y te ví reflejado aquel 24/4 en el relato:
“…- Hoy yo también regreso a
mi casa.
Luego,
melancólico:
-
Es mucho más lejos... es mucho más difícil...
Yo
sentía que estaba sucediendo algo extraordinario. Lo apreté entre mis brazos
como un niño, y sin embargo me parecía que se deslizaba verticalmente hacia un
abismo sin que pudiera hacer nada para retenerlo...
Tenía
la mirada adusta, perdida muy lejos”
Tú
estuviste así, el día de tu cumpleaños, y te recuerdo más silencioso que de
costumbre, solo un día, mientras estabas en mi computador, te volviste a mirarme
con esa mirada profunda tan tuya y me preguntaste tres veces:
“Mamá
¿tú me quieres” y a mi respuesta vehemente de cómo y cuánto te amaba y adoraba,
sonreíste satisfecho.
¿Era
parte de tu despedida inconsciente?
Lo
creo así.
Volviste a casa, la que es nuestra casa, la dimensión etérica
Te
esperaré lo que sea necesario.
Te
busco en cada recuerdo, en cada sueño, en cada estrella por la noche, en cada
palabra que ya no pronuncias. Te busco en los poemas de Kavafis, en mis entrañas, en las fotos, en mis latidos, en mi respiración.
Te busco en las caras y palabras de tus amigos
Te buscaré hasta encontrarnos
Ayúdame
a seguir en la espera!
Ayúdame
a descargar la sangre del dolor cuando parece que me ahoga!
Sí
ya sé, lo haces!
Te adoro
mi hijo cósmico y eterno!
Te
amo, te amo, te amo
Tu
madre por siempre
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