Hace 39 años, un viernes 21 de abril, como hoy, a las 18:30 llegaste a mi vida, mi sueño hecho realidad, mi máximo anhelo.
Nos conocimos en la mañana del sábado!
Eras grande para ser prematuro, y tus ojos todavía con sueño eran inmensos y expresivos, te miré arrobada, no podía levantar mi cabeza, así que nuestro primer contacto fue en un plano horizontal y paralelo.
Te recuerdo y aún puedo, si cierro mis ojos, sentir tus manitos, tus pies pequeños, tu cara suave, con ese aroma que solo tienen los recién nacidos, que podría decirse es único para la madre!
En un día como hoy llegaste para darle un sentido a mi vida, para empezar juntos una etapa de aprendizaje que tuvo momentos gloriosos, los más, y otros de preocupación extrema hasta que pudiste hablar y expresar lo que sentías!
Hoy, si estuvieses en este plano habrías cerrado tu kilómetro 39 de vida. Donde estás ahora no se mide el tiempo como aquí, por tanto no sé si es correcto decirte ¡Feliz Cumpleaños!, solo quiero y prefiero decirte GRACIAS!
Gracias por haberme elegido para ser tu madre, gracias por lo vivido, gracias por lo que aprendí a tu lado, gracias por tanto amor y tantas risas y tantas palabras y tantos silencios cómplices.
Gracias por mi hijo eterno, gracias por tu energía que todavía me acompaña, gracias por ser ese hombrecito maravilloso ese adolescente complicado algunas veces, ese joven que llenaba y llena de orgullo a mi corazón.
Vives en mí! Eres trascendente y eterno. Eres mi esperanza de reencuentro.
¿Me haces falta? SÍ, pero creo que este plano era estrecho para ti, estuviste para y por mí, quizás no lo suficiente, nunca será suficiente para mi ser madre, pero sí lo que debías estar.
Nos veremos, nos vemos, el lazo energético que nos une es irrompible e irrenunciable, así qué nos veremos pronto espero
Te amo
Tu madre
No hay comentarios:
Publicar un comentario