domingo, 9 de marzo de 2014

Esta libreta de la que tomo mis notas, la inicié cuando decidí salir de Santiago y tomar distancia de la ciudad que te trajo a mi vida para llenarme de gloria, y te sacó de ella para hundirme en un infierno que quema las entrañas, aunque quiera salir con bien de la experiencia brutal!
Es imposible comparar ninguna de las pérdidas vividas con el hecho sin nombre de perder a un hijo, podrán algunos refugiarse en su religión, buscar conformidad, yo no haré nunca eso, conformarme no va con mi manera de ser. ¿Arrogante, petulante, hiper valorada? Me da igual como me califiquen. Yo, solo yo, sé como está mi yo interno hecho polvo y por ahí de vez en cuando hay un jirón de lo que fuí.
Sin embargo la carcaza está aparentemente igual, la mente puesta en lo que amo hacer y eso mantiene el cerebro activo.
Pero mi alma...¿dónde se fué mi alma sino contigo?
Mi aliento...mi aliento de cada día, el tener ese contacto sutil de amor entre tú y yo.
Por ello, aunque a nadie le interese, como sabes si por ahí hay una persona que como yo cada día siente la ausencia de un fruto de su vientre!
Te amé antes de esperarte, te amé en tu espera, te amé al tenerte en mis brazos, te amé en cada experiencia de vida compartida, te amé con lágrimas de sangre cuando te fuiste, te amo en cada célula de mi cuerpo vivo, en cada gota de llanto que derramo por mí, te amo en cada sensación de tu presencia etérica, porque estás vivo en mi mente, porque estás vivo en otro plano, porque estaremos juntos y vivos en algún no tiempo.
Hijo adorado gracias por estar, gracias por haberme elegido, gracias por las lecciones entregadas.
Gracias por el amor eterno!

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