Tus últimos momentos conmigo están impresos en mi piel y mi memoria.
Era el 25 de abril del 2007, no quer T ían que yo fuese a buscate al SML, no podían detenerme, era mi oportunidad de darte un beso físico, era la única vez en que podría tocar tu cara y acariciarla.
A diferencia de todos los seres queridos que ya habían partido, a ti no pude verte al lado de tu cuerpo, no pude verte por largo tiempo, solo te sentía.
Pero vuelvo a esa mañana, había sol parece, yo estaba ajena al frío, al calor externos, estaba helada por dentro y ese espacio en mi pecho que dolía y dolía.
Te mostraron a través de un vidrio para que te reconociera, y sí eras tú!
La noche que estuviste en ese frío lugar, a pesar de un potente somnífero yo quise salir a llevarte tu bastón según me contaron, y si no hubiesen estado tan listos me habría caído escala abajo...pero no era mi momento!
Vuelvo a verte ya en el cajón, yo quería vestirte, pero no dejan que tal derecho de madre se ejerza. Vi tu rostro con una paz tan grande y esa semisonrisa que dibujaba tu rostro cuando disfrutabas de algo muy grato a tu ser interno, te besé tu rostro congelado, te acaricié las mejillas, creo que te dije que vinieras por mí pronto, y tomando tu mano izquierda, la froté para darle mi calor y poder extenderla, quería ver si como en tantas personas amadas y otras queridasm tus líneas se habían borrado, y no, ahí estaba tu línea de la vida clara y fuerte. estabas... en otro lugar, pero estabas!
Luego salí de ahí con lo mejor de mi dignidad, era una especie de cuerpo caminando, respirando, doliendo, pero ausente, mi alma se había ido contigo, ahí tuve la explicación a mi dolor del pecho. Mi espíritu estaba pues no había muerto, pero ya no había ánimo, ni sueños, ni anhelos ni impulso de nada...
Pero no te dije adios, te dije hasta pronto!
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